A mediados de agosto, un grupo de estudiantes de Enfermería de la Universidad Nacional de Salta -sede regional Orán- comenzó un período de pasantías en el Centro Integral de Atención «Casita de Belén». Pedro Rueda es profesor de la Universidad e integra el equipo de trabajo que, de manera conjunta con el voluntariado del centro de salud, dio inicio a este proyecto. En el programa «Bienaventurados» de Radio María Argentina compartió la importancia de la experiencia, tanto para la formación de sus alumnos como así también para el servicio que se ofrece a la comunidad.
«Nosotros tratamos de aportar un granito de arena ante las distintas necesidades del barrio y ofrecer una atención de enfermería comunitaria lo más profesional y humanizada posible«, explicó Pedro Rueda sobre la labor que llevan a cabo junto al grupo de estudiantes en el Barrio 6 de Enero de la localidad de Orán. Allí, a raíz de un proyecto coordinado con el Centro «Casita de Belén», los alumnos avanzados de la carrera de Enfermería realizan sus prácticas pre profesionales.
Gracias a recursos aportados por la Universidad, los estudiantes ya han iniciado distintas campañas para relevar y atender las situaciones de salud de los vecinos. Al respecto, Pedro contó que realizaron una campaña importante de control de glucemia, tensión arterial y de índice de masa corporal.
Además de la labor propia dentro de la atención a la salud, el profesor se refirió al valor de este proyecto para la formación integral de los estudiantes: «estas pasantías tienen un sentido importante, fundamentalmente por el servicio de alta calidad que debe recibir la gente en su domicilio pero también a partir de ese servicio hacer una experiencia importante para ese futuro recurso humano que posteriormente se va a incorporar al sistema de salud. Estamos convencidos de que el personal de enfermería tiene que tener un compromiso muy fuerte con el trato humanizado. Y esta es una manera de hacer ejercicio de eso».
Al describir las actividades realizadas, Pedro también recordó el vínculo que han podido establecer con las 121 familias que viven en el Barrio, quienes reciben a los estudiantes con muchas ganas, dispuestos a ayudarlos y acompañarlos en su proceso. En ese sentido reiteró la importancia de vivir la formación profesional de la mano de las propias necesidades de la comunidad: «creo que no hay mejor manera de que nuestros futuros profesionales de enfermería se hagan cargo de la realidad social, que haciendo trabajo en esa realidad social y viendo muy de cerca y desde adentro de las familias cómo se vive, cómo se percibe, cómo se sufren las carencias».