La Recorrida Misionera de la Obra de María llegó a su fin luego de su paso por cuatro provincias de Argentina. El cierre del camino de misión fue en la localidad salteña de Orán, junto a la comunidad que lleva adelante el proyecto Alabado Seas.
El sábado 20 de noviembre el día comenzó con gran emoción y gratitud. Durante la mañana se llevó a cabo una bella celebración para inaugurar y bendecir el nuevo espacio de la “Casita de Belén”, el Centro Asistencial que brinda atención médica a hermanos que viven en contextos de vulnerabilidad en San Ramón de la Nueva Orán.
El lugar se preparó y decoró para la ocasión. Además del colorido de los globos, un pesebre y una gran imagen de Sán José acompañaron la fiesta de apertura. Su presencia recordó que esta nueva casa es una posada sencilla y humilde que abre sus puertas para recibir y acompañar la vida.
Luego de unas palabras de bienvenida, el Padre Javier Soteras bendijo el Centro de Salud y a los profesionales que desempeñan allí su trabajo de manera voluntaria. La celebración contó, además, con la presencia de la comunidad de la Parroquia San José, quienes desde hace tiempo acompañan los proyectos que lleva a cabo el equipo de Alabado Seas.
La Casita de Belén es fruto del trabajo comunitario y, como tal, su inauguración contó con los distintos miembros de la comunidad que la hicieron posible. Así lo relató Norma, Coordinadora del proyecto:
como una gran familia nos reunimos para compartir desayuno, almuerzo, cena, oraciones, la Santa Misa, rezo del Rosario e inauguración del Centro Integral de Atención junto a las familias del Barrio 6 de enero, los servidores de la Parroquia San José y los voluntarios. Fue un momento muy emotivo porque también nos acompañaron los aportantes y los que nos sostienen desde la oración. No podríamos avanzar si no contáramos con ellos. Así presentamos en sociedad a nuestro Centro Integral de Atención Casita de Belén”.
Visita al basural de Orán
Luego de la inauguración y bendición del centro de salud, el equipo misionero visitó el basural a cielo abierto de la ciudad de Orán. Allí viven y trabajan muchas familias, quienes llevan adelante una importante labor de reciclaje de residuos.
“En el basural visitamos a los trabajadores de la Cooperativa ‘RecicladOrán’. Hubo espacio para las presentaciones y oportunidad para el diálogo. Los trabajadores pudieron expresar lo que piensan y sienten en este tiempo de preparación de la documentación para obtener la inscripción de la cooperativa”, contó Norma, quien junto a los voluntarios acompaña a los hermanos del basural para conseguir los recursos necesarios que les permitan mejorar su calidad de vida y trabajo.
Palabras que animan el camino
Los distintos encuentros dejaron grandes huellas que motivan a dar nuevos pasos en comunidad. El Padre Carlos Subelza, asesor de Hombre Nuevo en Orán, expresó que lo vivido es un signo de esperanza, y que “la obra es de Dios e invita a mirar hacia adelante”.
Susana, voluntaria del proyecto Alabado Seas, compartió que la visita generó “mayor compromiso para seguir en la Obra de María y sumar más voluntarios (…) para profundizar los lazos con los hermanos más vulnerables”.
Norma agregó que lo vivido renueva el compromiso a “seguir las huellas de la Madre para ser y servir como María”, acompañando a los hermanos que sufren con los dones y fragilidades dispuestos al servicio de los demás.