En Icaño, Santiago del Estero, la comunidad de Belén Nazaret va dando pasos firmes y llenos de sentido. Cada sábado por la tarde, entre mates, rezos y abrazos, nos reunimos a rezar el Rosario, construyendo comunidad y confianza desde la fe compartida.
Pero también hay espacio para aprender, compartir saberes y generar nuevas oportunidades: junto a la ONG Haciendo Camino, y con el acompañamiento de alumnas de la Escuela Agrotécnica local, organizamos talleres de elaboración de garrapiñadas, alfajores de algarroba y mermeladas para las mamás embarazadas y con niños pequeños.
Además, recibimos la visita del padre Javier, Vivi y Ceci, quienes tras su paso por Mailín, llegaron hasta Icaño para encontrarse con la comunidad y animar este proyecto que empieza a florecer.
Belén Nazaret en Icaño es un brote de esperanza. Un espacio donde el Evangelio se vuelve encuentro, formación y comunidad real.
Seguimos caminando, confiando en que María sigue haciendo lugar donde antes no lo había.