En Belén Nazaret Salta la ayuda tiene nombre propio: acompañamiento, presencia y camino compartido. Jimena y Valeria son dos mamás que llegaron al proyecto en momentos de enorme fragilidad y hoy cuentan, con gratitud, cómo ese acompañamiento les devolvió fuerzas para seguir adelante.
Un encuentro que salvó un paso
Jimena recuerda los días más duros: una separación, una hija pequeña y una diabetes gestacional que la dejó internada. “Del primer momento que supieron de mi embarazo, me ayudaron con psicólogos… me hicieron el revoque, la luz, el baño… estoy muy agradecida”, dice. Para ella Belén Nazaret fue —y es— sostén práctico y afectivo: ayuda médica, obras en su casita y compañía que le permitió reconstruir su vida.
De la soledad al trabajo que da dignidad
Valeria llegó al proyecto en 2021, también en un momento crítico: quedó embarazada y sola. Encontró el grupo en la capilla del materno infantil y lo describe con una palabra constante en estas entrevistas: providencia. Gracias al acompañamiento recibió apoyo psicológico, ayuda para acceder a guardería y la oportunidad de formarse en peluquería. Hoy es peluquera y está empezando un proyecto propio desde su casa; cuenta emocionada que las voluntarias incluso le regalaron insumos para arrancar.
Acompañar más allá de lo material
Ambas coinciden en algo esencial: Belén Nazaret no solo entrega cosas; acompaña procesos. Ofrece escucha, gestión de turnos, derivaciones, formación y redes. “Nos acompañaron en el hospital, estuvieron siempre; me ayudaron para que mi hijo entre a una guardería a los tres meses y así pude estudiar”, relata Valeria. Para Jimena, el acompañamiento incluyó desde apoyo psicológico hasta arreglos en la vivienda que le permitieron recuperar estabilidad.
Frutos que nacen del cuidado
No es solo el alivio inmediato lo que transforma: es la posibilidad de proyectar un futuro. Valeria estudió, obtuvo una salida laboral y hoy puede sostener a su familia. Jimena recibió asistencia práctica que hizo posible que su hogar sea más habitable y seguro para sus hijas. Ambas muestran con su testimonio que la caridad que acompaña, forma y abre caminos tiene un efecto multiplicador en la vida de las familias y en la comunidad.
Ver y escuchar sus palabras
Compartimos la entrevista completa con Jimena y Valeria —un testimonio directo, tierno y valiente— en nuestro canal de YouTube.