Con muchos colores, la Casa Belén Nazaret de Salta se vistió de fiesta para llevar a cabo un encuentro entre las mamás y las voluntarias del proyecto. El frío de la tarde de julio no impidió que compartieran un momento de oración, juegos, merienda y mucha conversación.
Desde temprano, el equipo de la mañana preparó el hogar con todo lo necesario para el gran momento: limpiaron, decoraron y prepararon bolsas con mercadería y ropa para cada uno de los bebés. Las voluntarias de la tarde disfrutaron de la jornada de encuentro, donde todo lo vivido les permitió conocerse con las mamás y crecer en una relación de confianza.
Entre las actividades, contaron con la entrega de packs de pañales ecológicos y conversaron sobre los beneficios de su uso y la posibilidad de contribuir al cuidado de la casa común con estas acciones cotidianas. También se llevó a cabo la presentación del Taller de Tejidos, un espacio de la casa equipado con distintas herramientas para que las mamás puedan producir sus propias prendas y generar un mejor sustento económico.
“De las mamás aprendemos a esperar con paciencia y prudencia, (…) a abrazar con amor sus realidades, necesidades y experiencias. Esperamos que se sientan parte activa del proyecto, acompañadas en su proceso de crecimiento personal, confiadas en que pueden desarrollar sus habilidades y compartir sus sabidurías”, fue el lindo testimonio de las voluntarias al finalizar la jornada.
Actualmente la obra de Belén Nazaret en Salta acompaña a diez mujeres y once bebés. Junto a ellos, la obra resume su presencia en un canto de esperanza:
Bienaventurados los que superan su individualismo trabajando en equipo para el bien de la comunidad”.