Hace unos meses Ramón llegó al Hogar El Buen Samaritano. Sin embargo, la casa hacía mucho tiempo que lo esperaba y, de alguna manera, siempre guardó un lugar para él.
Ramón vivió muchos años en la calle. Los voluntarios de Los Peregrinos lo visitaban con frecuencia y así entablaron una relación de gran cariño con él y una de sus perras (la ‘Mole Moli’), que lo acompañaba con gran fidelidad. En esos encuentros se hacía presente la invitación para dejar la calle e integrarse a la vida del hogar, pero Ramón respondía que no.
Con el paso de los años, distintas circunstancias lo acercaron a la casa del Buen Samaritano y allí optó por su nuevo lugar para vivir, reencontrándose con tantos voluntarios que había conocido mucho tiempo atrás.
«Acá se vive como una familia», «Dios me trajo a este lugar», son algunas de las expresiones que comparte con una gran sonrisa, mientras recuerda las experiencias que le dejó la vida en la calle. Una de esas experiencias fue la amistad con Fernando, a quien conoce desde hace siete años aproximadamente.
Como tantos otros, Fernando solía visitarlo en la Plaza San Martín. Allí comenzó a construirse un vínculo especial que perdura hasta hoy. Todas las semanas Fernando visita a Ramón en el Hogar y juntos comparten una salida. Así conocieron varios lugares de Córdoba y también Buenos Aires.
Cada uno de esos recorridos queda registrado en un álbum de fotos con descripción de fechas y lugares visitados. Ramón lo muestra con gran alegría, ilustrando con sus relatos cada una de las fotos.
Para conocer más noticias sobre el Hogar El Buen Samaritano hacé clic aquí.