Ángela Ochoa acompaña desde hace muchos años a los abuelos que viven en el Hogar El Buen Samaritano de Córdoba. En Radio María Argentina contó cómo es la vivencia cotidiana en el comedor de la casa, cómo se organizan para preparar la comida y especialmente el valor de acompañar a los residentes en el proceso de volver a compartir una mesa.
En la vida cotidiana del Hogar lo central es el compartir y eso se prioriza en las distintas comidas del día, cuando tanto los adultos mayores que viven en la casa, como las cuidadoras y voluntarios se sientan a la mesa. Sobre esos momentos Ángela explicó que actualmente cuentan con el servicio del Programa de Asistencia Integral de Córdoba (PAICor) que entrega la comida para el almuerzo y la cena.
También gracias al trabajo del equipo de cuidadoras preparan comidas especiales para las meriendas. De acuerdo a las posibilidades de cada día, los bizcochuelos o pastelitos animan la mesa de la tarde.
Más allá de la comida, lo central es acompañar a los residentes del Hogar a recuperar el hábito de sentarse a una mesa y volver a comer en un plato, compartiendo ese momento junto a otros.
Ángela contó que todo es un «trabajo de hormiga». Cuando los abuelos llegan a la casa son muy vulnerables por las situaciones pasadas anteriormente en la calle y hay que acompañarlos de a poco a recuperar ciertos hábitos, sin invadir y respetando sus tiempos.
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