Desde Orán, el equipo de voluntarios de Alabado Seas comparte la alegría de Celia, una de las trabajadoras del basural, quien ya cuenta con su pre identificación y está más cerca de tener su primer DNI.
Uno de los tantos objetivos del proyecto es acompañar la realidad de los hermanos que aún no cuentan con documentación que los identifique. Ello también hace a la dignidad y a mejorar las condiciones de vida de muchas personas.
Historias que inspiran
En el 2021, a través de la voz de Norma, voluntaria de Alabado Seas, conocíamos la historia de Celia. Ella nos contaba:
«Celia tiene 3 hijas y varios nietos. Desde muy chica trabajó en el campo, sin la posibilidad de ir a la escuela. Desde hace algunos años vive cerca del basural y allí encontró una posibilidad de trabajar, separando los diferentes materiales que se desechan a diario. Su trabajo no es sencillo, lo hace a la intemperie, bajo el sol, la lluvia, cuando hace muchísimo calor y cuando llega el frío. (…) es muy dulce, muy sabia, serena, humilde, generosa, trabajadora incansable, ama las plantas y las flores, tiene buena mano para cuidar de su jardín lleno de colores y aromas».
Entre ellas se tejió una gran amistad.