En las primeras horas de la madrugada, partió a la Casa del Padre Humberto Alesande, residente del Hogar El Buen Samaritano. Con profundo dolor pero con la paz que da saberlo abrazado por Dios, despedimos a este abuelo entrañable que dejó una marca imborrable en la comunidad.

Humberto fue mucho más que un residente. Fanático de Talleres, siempre atento a los partidos y fiel compañero de charlas futboleras con el Padre Javier, se ganó el cariño de todos con su dulzura y su voluntad de participar en cada momento del hogar.
Con más de dos años de residencia, supo construir lazos fraternos, compartir momentos de oración y brindar palabras de aliento a sus compañeros de casa. Hoy sus hermanos, los abuelos, el personal del hogar y sus seres queridos lo despiden con una sencilla ceremonia en la capilla del hogar, acompañados por la comunidad y una videollamada emotiva del Padre Javier.
Desde Hombre Nuevo elevamos una oración por su alma y agradecemos a Dios haberlo puesto en nuestro camino. Que María lo reciba en sus brazos maternales y lo lleve al descanso eterno.