Las obras y proyectos que se llevan a cabo en distintos lugares del país crecen con el compromiso y la entrega desinteresada de los voluntarios. Sus historias y testimonios, que muchas veces permanecen en el anonimato, contagian la participación de nuevos hermanos al servicio por el otro.
Carolina inició su camino como voluntaria en el año 2014. En ese entonces acompañaba la tarea del equipo que realizaba las ferias de Hombre Nuevo en la ciudad de Córdoba. Cinco años después, en el 2019, dio un nuevo paso y se sumó al proyecto de laborterapia para los abuelos del Hogar El Buen Samaritano.
La llegada sorpresiva de la pandemia hizo que su tarea se suspenda pero en abril de 2021 las puertas del Hogar se abrieron nuevamente y allí fue al reencuentro con los amigos de El Buen Samaritano.
“Para mí esa experiencia de volver fue todo un desafío porque había que guardar distanciamiento y aún no era posible retomar con las tareas de laborterapia”, recuerda Caro y agrega que “fue naciendo de manera natural – y como Dios lo iba marcando – un nuevo espacio de escucha, de compartir y de música. Este espacio produjo un gran cambio en mí. Me llevó a conectarme con mi pasado, con mis abuelos, a conocer y aprender mucho”.
Las condiciones que generaba el contexto sanitario hicieron que su servicio se transformara. En el nuevo espacio de encuentro con los residentes del Hogar comenzaron a conocer las biografías de diferentes artistas. Cada uno tuvo la oportunidad de proponer una personalidad destacada de la música o la actuación y en cada encuentro se compartía información y recuerdos sobre su figura.
“Era un momento que nos alejaba de la realidad que estábamos viviendo y que nos llevaba a disfrutar de la música. También un espacio para expresar y compartir cómo se sentía cada uno; y un aprendizaje significativo para los abuelos, porque debíamos respetar los gustos e intereses de todos”, agrega Carolina.
Meses después de esa experiencia, las actividades de laborterapia se retomaron en el Hogar y Carolina continúa allí su servicio junto a un gran equipo de voluntarias.
A nivel personal el voluntariado logra la mejor versión de mi persona, de lo que a mí me gusta hacer o entregar, y cómo me gusta sentirme: como una persona de bien y que da lo que puede, lo que tiene y lo que sabe”.
Sus palabras y testimonio ayudan a confirmar el lema que nos anima como familia de Hombre Nuevo: “Cambian su vida, transforman la nuestra”.
Hacé clic acá para conocer las propuestas de voluntariado en las distintas obras del país.
2 comentarios. Dejar nuevo
Me gustaría colaborar con los abuelos, del hogar el buen samaritano,
¡Hola Yemina! Muchas gracias por tu mensaje. Para el voluntariado te invitamos a escribirnos a: voluntariado@hombrenuevo.org.ar
Aquí te compartimos más információn: https://www.hombrenuevo.org.ar/institucional/#voluntariado