Norma es voluntaria de «Alabado Seas», el proyecto que se lleva a cabo en Orán, inspirado en la invitación del Papa Francisco a «escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres». Junto a integrantes de la Pastoral Social comparten distintas actividades con las familias que viven y trabajan en el basural de la ciudad.
En ese lugar, donde confluyen los deshechos y la pobreza, también abundan los gestos que hablan de la esperanza de un mundo mejor. Así retrata Norma parte de lo vivido:
El camino al basural nos lleva al encuentro de nuestros hermanos. Algunos estaban trabajando, separando botellas de plástico, aluminio, cobre, cartón y alimentos…
Nunca nos vamos a acostumbrar a ser testigos de la realidad de injusticia y pecado social que viven allí. Nos causa dolor y ganas de estar más cerca de ellos. Acompañar, conversar, compartir las donaciones»
Pero a unos metros también encontramos otros signos llenos de amor y esperanza.
El horno, muy artesanal, realizado por los mismos trabajadores. El fuego con leña que ellos mismos preparan.
Fany, una servidora del Señor, radiomariana hace muchos años, desde hace unos meses acompaña en la «Casita de Nazaret», como responsable del comedor. Ella, junto a su esposo y su cuñada Zulema, organizan cocinan, animan, reúnen, aconsejan y rezan a cada trabajador que concurre a buscar el almuerzo.
Fany y Zulema enseñan a Carmen, trabajadora del basural, a realizar pan casero. Además de compartir el pan, también venden para poder comprar algunos ingredientes y así seguir cocinando.
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1 comentario. Dejar nuevo
Ayudar con lo minimo hace la diferencia. Gracias por el testimonio de amor al prójimo